Facilidades de acceso, facilidades de plagio

Ahora, más que nunca, vivimos en un mundo sin barreras. Basta un sólo click, desde nuestro pc, para tener acceso a todo aquello que nos propongamos. ¡Quién nos los iba a decir hacer unos años! Como toda novedad, esto posee sus ventajas y sus inconvenientes.

Dentro de lo positivo, debemos destacar que la red hoy permite hacer un mayor uso de esa libertad de expresión inherente a cada persona. Hoy en día no sólo opinan de los temas de actualidad los periodistas o entendidos, también lo hace la gente de la calle. Alguno de estos ciudadanos, en ocasiones, pueden constituir una valiosísima fuente de información a través de cada uno de sus blogs. ¿Cómo medir la credibilidad del blog de una persona anónima? En la actualidad no es una tarea imposible, basta con valorar la calidad de sus enlaces y posts anteriores.

Precisamente, ese anonimato es el que nos conduce a la parte negativa de la red. Y es que algunos profesionales, que dicen serlo, y otros, que no siéndolo se lo creen, se aprovechan de las posibilidades que ofrece internet para apropiarse de lo ajeno. Con el objetivo de evitar esto, Lawrence Lessing creó Creative Commons. A través de esta organización, se obtienen una serie de licencias, a través de las que cada autor establece el uso que terceras personas pueden hacer de su obra.

Si hoy en día un artículo gusta, basta con establecer un enlace y poder compartirlo, de esta manera se respeta la integridad de la obra y su autoría. Sin embargo, hay personas que optan por el camino más fácil, "si tanto me ha gustado, ¿por qué no apropiármelo? Basta con copiar y pegar", deben pensar. Internet supone una gran ventana de facilidades: facilidades de accceso, facilidades de plagio... Por este motivo considero que las licencias de Creative Commons, pudiendo ser prescindibles (si todos obráramos de buena fe), resultan una poderosa herramienta hoy en día.

Por supuesto, soy partidaria de aprovechar las ventajas que la red nos ofrece, y, ¡cómo no!, de compartir información. Eso sí, siempre y cuando se cite la procedencia del artículo.